En este sexto material que enviamos a todas las fraternidades, les estamos proponiendo como comisión familia, reflexionar en base a las conclusiones del Capítulo General 2014, que nos invitó reflexionar sobre la familia.
A los Consejeros Internacionales OFS y Jufra
A los Consejos Nacionales OFS
A los Consejos Nacionales de la JuFra
Queridos hermanos y hermanas,
OFS y JUFRA,
Paz y bien,
En este sexto material que enviamos a todas las fraternidades, les estamos proponiendo como comisión familia, reflexionar en base a las conclusiones del Capítulo General 2014, que nos invitó reflexionar sobre la familia. Para este año 2021, el tema que proponemos para la reflexión y el compromiso es: “El cuidado de nuestros hermanos y hermanas mayores, su vida y camino, son la historia de nuestra Orden ”.
Con este tema buscamos seguir caminando junto a nuestros hermanos y hermanas mayores porque son miembros importantes de nuestras fraternidades. Conocer nuestras raíces significa animarse a hacer historia y ser parte de ella, la que Dios quiere que recorramos juntos. Tenemos la necesidad de revisar los espacios de acompañamiento desde las distintas realidades de cada fraternidad local, reconociendo en estos hermanos y hermanas la gran sabiduría que da la experiencia de vivir.
En la actualidad, en la página web del CIOFS www.ciofs.info. se publica cada cuatro meses, un material con el cual pueden reflexionar sobre distintas temáticas de la familia El tema propuesto aquí para el año 2021 es una propuesta para que cada fraternidad reflexione y comparta desde su realidad.
Recomendamos que las iniciativas tomadas por las diversas fraternidades como fruto de esta propuesta, se dé a conocer a través de la Secretaria del CIOFS dirigido a la Comisión de la Familia.
El Señor nos bendiga y la Sagrada Familia nos acompañe en nuestras iniciativas a favor de nuestros hermanos y hermanas mayores.
Silvia Diana
Consejera de Presidencia
Comisión Familia
TEMA ANUAL 2021
“El cuidado de nuestros hermanos y hermanas
mayores, su vida y camino, son la historia de nuestra
Orden”
Comisión Familia :
Silvia Diana OFS,
Jenny Harrington OFS,
Fray Hernán Eguzquiza, TOR
Colabora en este tema: Hernán Pablo Iris OFS Argentina
Queridos hermanos y hermanas, seguimos compartiendo nuestras vidas en esta propuesta de formación para las fraternidades locales de la OFS y de la JUFRA, la propuesta para el año 2021 en donde compartiremos una reflexión sobre como acompañamos a nuestros hermanos y hermanas mayores en nuestras fraternidades, el conocimiento de nuestra historia a través de sus vidas y caminos nos permite ponernos en continuidad con el proyecto que Dios tiene para nuestra fraternidad, que continua en nosotros. La historia siempre nos enseña, nos ayuda a conocernos, nos pone cara a cara con la figura de muchos hermanos y hermanas que nos han precedido, y han encarnado de la mejor forma posible el ideal de nuestra vocación franciscana seglar.
La Regla de la OFS, Art. 13, nos dice:
…” el sentido de fraternidad les hará felices”…
PROPUESTA DE TRABAJO:
Se propone el método de trabajo : VER, JUZGAR Y ACTUAR.
1. VER
Comenzamos a conocer la experiencia de Hernán, quien siendo muy joven comenzó su camino en una fraternidad donde habia muchas hermanas mayores:
Al comienzo de mi vida en la OFS, reactivamos la fraternidad Santa Isabel de Hungría, que hacía 10 años estaba inactiva. Desde los comienzos (hace ya 17 años), prevaleció la franja etaria de adultos mayores (60 años en adelante).
Más de una vez escuché a mis amigos o personas cercanas decirme: ¡vos te juntas con los viejos!. Siempre me sentí cómodo entre ellos, me ayudaron a caminar todos estos años en esta maravillosa forma de vida.
Si los tengo que definir con una palabra diría que son “puentes”. Pero ojo: no solo puente entre el pasado y el presente. Son puentes también entre el presente y el futuro.
De ellos aprendo cotidianamente su mirada de Dios, su forma de conversión, su forma de “preocuparse por lo importante”, como viven sus últimos años de vida. Me gusta acompañarlos en su caminar, en su pensar, en su conversión… Me edifica.
Oliva profesó a los 80 años. Ella me enseñó a ser Franciscano, a vivir y morir con gratuidad.
Falleció de 101 años. ¡Extraño las charlas con ella! Siempre me decía: algo no debo de estar haciendo bien porque Dios no me quiere aun.
En los franciscanos adultos mayores me gusta contemplar su forma de ver la muerte.
Vivimos en una sociedad en la que muchas veces, cuando llega alguien nuevo ya sea a un puesto laboral o a un servicio fraterno, quiere empezar todo desde cero. Memoria y profecía… es fundamental mirar hacia atrás para evaluarnos hoy y proyectarnos. Y en esto podremos aprender mucho al mirar a los hermanos mayores.
Los invitamos a leer algunos pensamientos de hermanos y hermanas mayores de la OFS a los cuales les hemos preguntado:
¿Qué necesitan hoy de su fraternidad?
“Mi fraternidad de Bahía Blanca, nunca me dejo huérfana en mis necesidades. siempre me brindo lo necesario: el apoyo, la comprensión, el acercamiento total, pese a la diferencia de edades y a las dificultades surgidas por motivos de salud – cáncer de estómago – estoy totalmente orgullosa de mi fraternidad…que continúen desarrollando el estudio de la regla y su análisis… y en especial hacer hincapié en la vida de nuestros santos fundadores Clara y Francisco, teniendo en cuenta sus virtudes, su humildad, amor al hermano pobre y enfermo… la oración.”
Maria del Carmen Vespa, es hermanas mayor (83 años), de las primeras “Damas Pobres” que en Bahia Blanca, fue pionera de lo que después fue la Fraternidad OFS.
“Extraño a los hermanos y hermanas, a la hora de la reunión me uno espiritualmente en oración…
y de mi fraternidad siempre espero y me hace bien, cuando me llaman por teléfono, y/o se preocupan por mi salud”.
Rosa Molinari, 76 años, madre de una familia numerosa, que por problemas de salud no concurre
asiduamente a los encuentros fraternos.
Soy Marta Luna, 93 años cumplidos y siempre hasta el año pasado, asistí a las reuniones fraternas, salvo algún problema climático. Tengo la inmensa alegría que estamos en comunicación telefónica entre nosotros. Las reuniones cálidas, un mate o té compartido, y cuando teníamos la dicha de la presencia del Asistente local, (fr. Luis Furgoni, fr. Pedro Bogliacino, fr. Lepoldo Bóscaro, ….) sus enseñanzas y/o reflexiones eran un regalo de Dios. ¡Qué más decir? Mi Fraternidad. San Juan XXIII es pequeña, pero realmente siento que complacemos a nuestro Seráfico Padre San Francisco de Asís, porque siempre prima el amor fraterno entre nosotros. La Regla y la vida del Poverello son nuestro alimento y fuerza para seguir caminando según Dios quiera.
Hoy atravesamos la “pandemia” como seres frágiles que somos, pero el carisma franciscano que ha calado muy hondamente en nuestro corazón y la ausencia presencial -los que pueden- la suplen por medio de la informática y a mi me informan después detalles y resultados de la mínima actividad que por el momento pueden hacer: oración del Santo Rosario, colaboración con Cáritas entregando alimentos a muchas familias de la zona, fechas de Consejo local, etc.
En síntesis: ¿Con qué pagaré al Señor el don que me hizo de formar parte de la OFS y ser parte de mi Fraternidad?
Incluso agradezco este tiempo difícil pues nos hace tener presente a la Santisima Trinidad y a nuestra Madre Purísima, ya que comprobamos que sin esta ayuda nada podemos hacer …. salvo confiar en que nos aman y que este medio (angustia o temor) nos impulsa a estar en diálogo frecuente rogando “Señor, ten piedad de mi y del mundo entero”.
2. JUZGAR
La Palabra de Dios nos dice:
Entonces el SEÑOR dijo a Caín: ¿Dónde está tu hermano Abel? Y él respondió: No sé. ¿Soy yo acaso guardián de mi hermano? Genesis 4,9
La Exhortación Apostólica postsinodal Amoris Lætitia de nuestro Papa Francisco nos ayudará a reflexionar:
192. San Juan Pablo II nos invitó a prestar atención al lugar del anciano en la familia, porque hay culturas que, « como consecuencia de un desordenado desarrollo industrial y urbanístico, han llevado y siguen llevando a los ancianos a formas inaceptables de marginación». Los ancianos ayudan a percibir «la continuidad de las generaciones», con « el carisma de servir de puente ».Muchas
veces son los abuelos quienes aseguran la transmisión de los grandes valores a sus nietos, y «muchas personas pueden reconocer que deben precisamente a sus abuelos la iniciación a la vida cristiana ». Sus palabras, sus caricias o su sola presencia, ayudan a los niños a reconocer que la historia no comienza con ellos, que son herederos de un viejo camino y que es necesario respetar el trasfondo que nos antecede. Quienes rompen lazos con la historia tendrán dificultades para tejer relaciones estables y para reconocer que no son los dueños de la realidad. Entonces, «la atención a los ancianos habla de la calidad de una civilización. ¿Se presta atención al anciano en una civilización? ¿Hay sitio para el anciano? Esta civilización seguirá adelante si sabe respetar la sabiduría, la sabiduría de los
ancianos».
En la Exhortación Apostólica postsinodal Cristo Vive el Papa Francisco anima a los jóvenes diciendo:
199. Si caminamos juntos, jóvenes y ancianos, podremos estar bien arraigados en el presente, y desde aquí frecuentar el pasado y el futuro: frecuentar el pasado, para aprender de la historia y para sanar las heridas que a veces nos condicionan; frecuentar el futuro, para alimentar el entusiasmo, hacer germinar sueños, suscitar profecías, hacer florecer esperanzas. De ese modo, unidos, podremos aprender unos de otros, calentar los corazones, inspirar nuestras mentes con la luz del Evangelio y
dar nueva fuerza a nuestras manos.
La Exhortación Apostólica postsinodal Querida Amazonia de nuestro Papa Francisco nos dice:
34. Durante siglos, los pueblos amazónicos transmitieron su sabiduría cultural de modo oral, con mitos, leyendas, narraciones, como ocurría con «esos primitivos habladores que recorrían los bosques llevando historias de aldea en aldea, manteniendo viva a una comunidad a la que sin el cordón umbilical de esas historias, la distancia y la incomunicación hubieran fragmentado y disuelto». Por eso es importante «dejar que los ancianos hagan largas narraciones» y que los
jóvenes se detengan a beber de esa fuente.
En la Carta Encíclica Fratelli Tutti, también el Papa Francisco nos invita a reflexionar:
18. Partes de la humanidad parecen sacrificables en beneficio de una selección que favorece a un sector humano digno de vivir sin límites. En el fondo «no se considera ya a las personas como un valor primario que hay que respetar y amparar, especialmente si son pobres o discapacitadas, si “todavía no son útiles” —como los no nacidos—, o si “ya no sirven” —como los ancianos—. Nos hemos hecho insensibles a cualquier forma de despilfarro, comenzando por el de los alimentos, que es uno de los más vergonzosos».
19. La falta de hijos, que provoca un envejecimiento de las poblaciones, junto con el abandono de los ancianos a una dolorosa soledad, es un modo sutil de expresar que todo termina con nosotros, que sólo cuentan nuestros intereses individuales.
Así, «objeto de descarte no es sólo el alimento o los bienes superfluos, sino con frecuencia los mismos seres humanos». Vimos lo que sucedió con las personas mayores en algunos lugares del mundo a causa del coronavirus. No tenían que morir así. Pero en realidad algo semejante ya había ocurrido a causa de olas de calor y en otras circunstancias: cruelmente descartados. No advertimos que aislar a
los ancianos y abandonarlos a cargo de otros sin un adecuado y cercano acompañamiento de la familia, mutila y empobrece a la misma familia. Además, termina privando a los jóvenes de ese necesario contacto con sus raíces y con una sabiduría que la juventud por sí sola no puede alcanzar.
En reiteradas oportunidades el actual Papa nos llamó a la reflexión sobre esta “cultura del descarte”. En esta era, donde los cambios se viven en forma vertiginosa en un abrir y cerrar de ojos, el cuidado y, sobre todo el acompañamiento a nuestros adultos mayores, nos hace aprender a bajarnos del tren y aprender a que desde el amor que nos tengamos unos a otros estaremos haciendo realidad el Evangelio de Jesús.
3. ACTUAR.
1. ¿Cómo vivimos nuestra relación con los adultos mayores de nuestra fraternidad y de la sociedad?
2. ¿Cómo trabajamos la cultura del descarte?
3. Como Hermanos Seglares Franciscanos ¿cómo podemos acompañarlos en esta etapa de sus vidas? ¿pensamos en ellos al proyectarnos como fraternidad? En nuestros apostolados? ¿en la formación?
4. CELEBRAR: Compartimos juntos un espacio de oración dando gracias por la vida compartida.
Salmo 71:
…17 Oh Dios, tú me has enseñado desde mi juventud,
y hasta ahora he anunciado tus maravillas.
18 Y aun en la vejez y las canas, no me desampares, oh Dios,
hasta que anuncie tu poder a esta generación,
tu poderío a todos los que han de venir.
19 Porque tu justicia, oh Dios, alcanza hasta los cielos,
tú que has hecho grandes cosas;
oh Dios, ¿quién como tú?
20 Tú que me has hecho ver muchas angustias y aflicciones,
me volverás a dar vida,
y me levantarás de nuevo de las profundidades de la tierra.
21 Aumenta tú mi grandeza,
y vuelve a consolarme…
ORACION:
Señor Jesús, tu naciste de la Virgen María,
hija de San Joaquín y Santa Ana.
Mira con amor a las personas mayores de todo el mundo.
¡Protégelos! son una fuente de enriquecimiento
para las familias, para la Iglesia
y para toda la sociedad.
¡Sostenlos! Que cuando envejezcan
sigan siendo para sus familias
pilares fuertes de la fe evangélica,
custodios de los nobles ideales, hogareños,
tesoros vivos de sólidas tradiciones religiosas
haz que sean maestros de sabiduría y valentía
que transmitan a generaciones futuras los frutos
de su madura experiencia humana y espiritual.
Señor Jesús, ayuda a las familias y a la sociedad
a valorar la presencia y el papel de los abuelos.
Que jamás sean ignorados o excluidos,
sino que encuentren respeto y amor.
Ayúdales a vivir serenamente
y a sentirse acogidos durante todos los años
de vida que les concedas.
María, Madre de todos los vivientes,
cuida constantemente a todos nuestros
hermanos y hermanas mayores,
acompáñalos durante su peregrinación terrena
y con tus oraciones obtén que todas las familias
se reúnan un día en nuestra patria celestial,
dónde esperas a toda la humanidad
para el gran abrazo de la vida sin fin.
Amén
Enero 2021-