Teresa Manganiello

Noviembre de 2025: Beata Teresa Manganiello (1849-1876)

Teresa Manganiello nació el 1 de enero de 1849 en Montefusco, en la archidiócesis de Benevento. Undécima hija de una familia campesina, y campesina ella misma, experimentó el sufrimiento desde su infancia y adolescencia, fue una época que transcurrió entre las tareas domésticas y el trabajo en el campo. Privada de las alegrías de la niñez, demostró una rectitud de carácter y una singular pureza de corazón, unidas a la oración y al servicio generoso. Aunque analfabeta, siempre dio claras muestras de una singular madurez intelectual. A los doce años hizo voto privado de virginidad y de joven rechazó constantemente numerosas propuestas de matrimonio.

A los veinte años, su ya notable y reconocida madurez humana y espiritual se desarrolló de manera excepcional en el colegio de la Tercera Orden Franciscana, fundado en su pueblo natal por el padre Lodovico Acernese, un fraile capuchino. La joven Teresa ingresó con prontitud, el 15 de mayo de 1870, y bajo la guía de su director espiritual progresó admirablemente en el camino de la santidad según el espíritu del Pobrecillo de Asís. Amaba la pobreza, era fiel observadora de la obediencia y heroicamente generosa en su espíritu penitencial. A los ojos del padre Ludovico, su confesor, se presentaba como un modelo excepcional de terciaria.

Si bien vivió plenamente según la Profesión y las Reglas de la Tercera Orden, hubiera deseado ingresar en un convento pero el Señor nunca le concedió esta gracia dejándola sufrir en la pobreza, a pesar de que el padre Acernese, quien impulsaba el proyecto de fundar una nueva familia religiosa, había considerado a Teresa como un modelo y primera superiora. La joven terciaria combinó su fervor por la Eucaristía y la Pasión del Señor con una viva llama de caridad hacia el prójimo, que se extendía a su numerosa familia, a los muchos pobres que pasaban por la granja, a los mendigos y a los enfermos, a quienes brindaba esmerados cuidados con hierbas medicinales que ella misma cultivaba.

En 1874, mientras asistía a la Santa Misa, sufrió una hemoptisis, seguida de otras, que la confinaron a la cama durante varios meses. Durante este tiempo, dio admirables ejemplos de mansedumbre y gozosa aceptación del sufrimiento por amor al Señor. Falleció con una explosión de alegría la noche del 4 de noviembre de 1876.

El Papa Benedicto XVI dijo: “Como San Francisco, buscó imitar a Jesucristo ofreciendo sufrimientos y penitencias para la reparación de los pecados; ella estaba llena de amor al prójimo e hizo todo lo posible por todos, especialmente por los pobres y los enfermos”.

Su festividad es el 4 de noviembre.

Fuentes:
https://www.causesanti.va/it/santi-e-beati/teresa-manganiello.html
https://www.catholicnewsagency.com/news/19764/newly-beatified-italian-lauded-by-pope-for-her-holiness

Foto: Alchetron, enciclopedia social gratuita.