Noviembre de 2024: El venerable Siervo de Dios Lodovico Coccapani (1849 – 1931)

Lodovico Coccapani
El Venerable Siervos de Dios Lodovico Coccapani nació el 23 de junio de 1849 en Calcinaia (Pisa, Italia). Después de la muerte prematura de sus padres, él y sus hermanas se mudaron a Pisa.

Entonces, le concedieron un puesto de profesor de una escuela primaria masculina de segundo grado que dejó voluntariamente en 1869 cuando retiraron los crucifijos de las clases. En 1872, fue nombrado profesor en la Escuela Técnica para enseñar caligrafía y computación. Después de dejar la enseñanza definitivamente, de 1878 a 1882, fue recaudador de impuestos de la Cámara de Comercio de Pisa.

Cuando terminó con ese trabajo, se consagró a los trabajos de caridad y apostolado, viviendo de los ingresos de su hermano, el padre Lionello, y de algunas posesiones familiares.

En 1894, se unió a la Conferencia de San Vicente de Paul y, en 1895, a la de Santa Eufrasia de la que fue presidente desde 1907 hasta su muerte.

Dedicó su vida a las iniciativas sociales y de caridad. Apoyó el trabajo de las misiones fundadas por el periódico católico “Per il Bene” (Por el Bien), colaboró en la catequesis de la parroquia de San Andrés, contribuyó al comité de asistencia civil-religiosa para los huérfanos de guerra, ayudó en la obra para la protección de chicas jóvenes, fundada por la consorte del Beato Giuseppe Toniolo, Maria Schiratti Toniolo, se dedicó al trabajo de redención de prisioneros por lo que le otorgaron la medalla de bronce al mérito por la redención social del Rey Victor Manuel III.

El 8 de diciembre de 1907, se unió a la Tercera Orden Franciscana en la iglesia de San Francisco de Pisa y profesó al año siguiente.

De 1916 a 1917, fue miembro y tesorero de la Unión Popular de Católicos. En 1918, recibió el título de Caballero de la Orden Pontificia de San Gregorio Magno clase civil.

En 1931, fue elegido presidente de la Delegación de Santa Ubaldesca, santa patrona de Cacinaia.

Murió en Calcinaia (Italia) el 14 de noviembre de 1931 de una bronconeumonía severa.

Fue un hombre prudente, afable y jovial. Tuvo una profunda relación con Dios, alimentada por la oración y convertida en obras de caridad importante. Se dedicó con celo especialmente a los enfermos y a los prisioneros. Fue capaz de empatizar con la gente que sufría. Sus rasgos característicos eran la humildad y el pasar desapercibido. Una espiritualidad franciscana adecuada le condujo hacia un total despojo por el bien del prójimo.

Su experiencia eclesial, que se expresaba en su enfoque por la evangelización, la vida sacramental y la catequesis, la realizaba en las obras de las misiones populares, la formación catecúmena y la transmisión de la alegría de la oración. Animado por la caridad simple y profética, manifestó su cuidado afectuoso hacia los pobres, los prisioneros y los huérfanos de guerra, así como en la búsqueda de medios y estructuras para resolver las necesidades espirituales y materiales de las familias y los jóvenes.

Día de celebración – 14 de noviembre

Fuente: https://www.causesanti.va/it/venerabili/lodovico-coccapani.html