NISIPORESTI, RUMANÍA — Una franciscana seglar rumana de 22 años, Veronica Antal, fue beatificada el 23 de septiembre de 2018 como “mártir de la castidad”, seis décadas después de que fuera asesinada mientras se defendía del que habría sido su violador durante la represión contra la Iglesia Católica en la era Comunista.
Catholic News Service informó de que el Cardenal Angelo Becciu, prefecto de la Congregación Vaticana para las Causas de los Santos, dijo que el destino de Veronica Antal fue similar al de los cristianos perseguidos en la antigua Roma, que se hicieron la misma pregunta: “¿Quién nos separará del amor de Dios?”
Antal fue la primera ciudadana rumana laica y la primera mujer rumana en ser honrada formalmente como mártir desde la época Comunista.
Nacida el 7 de diciembre de 1953, Antal conoció la Fe gracias a su abuela. Cada día, Antal andaba cinco millas para ir a misa en Halaucesti, donde se encontraba la iglesia más cercana. A los 17 años, tomó un voto personal de castidad como terciaria franciscana. Como no pudo profesar como monja debido a que todas las órdenes religiosas habían sido reprimidas, creó un grupo de oración cerca de la casa de sus padres desde donde visitaba a la gente enferma y necesitada y ayudaba a preparar a los niños para la confirmación.
Durante la tarde del 24 de agosto de 1958, Antal se quedó a barrer la iglesia después de la misa. Cuando volvía a casa sola, mientras rezaba el rosario, fue atacada por un vecino que la apuñaló 42 veces y la dejó en un maizal cuando se negó a tener sexo con él.
Su tumba en el cementerio de Halaucesti rápidamente se convirtió en un lugar de peregrinación. Los Franciscanos Conventuales empezaron el proceso de beatificación después de la caída del gobierno comunista en 1989, usando el material guardado en secreto por el Padre Franciscano Anton Demeter.